¿Cómo están evolucionando el empleo, el desempleo y la informalidad?

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EMPLEOS PRECARIOS Y BAJOS SALARIOS

Por economiapolitica.uy *

Ec. Claudio Fernández Caetano **

Dibujo Adán Iglesias Toledo ***

Esta semana el Instituto Nacional de Estadística publicó la información relativa al empleo y los salarios que dan cuenta de cómo se viene llevando a cabo el crecimiento y la distribución del ingreso en nuestro país.

En lo que refiere al empleo, el número de personas ocupadas recuperó los valores de diciembre de 2019 en enero de 2022. A partir de allí, comenzó una lenta recuperación, teniendo en el año 2022 unas 10 mil personas ocupadas más, en 2023 unas 41.300 personas ocupadas más que el año anterior y en agosto de este año, se registraron 11.600 más, lo que da cuenta de una desaceleración.

En los últimos doce meses terminados en agosto de este año, las personas ocupadas aumentaron en 32.200, creciendo la tasa de empleo de 58,2% en agosto de 2023 a 59,1% en 2024. En ese período de tiempo la cantidad de personas empleadas creció, pero también aumentaron las desempleadas en 5.900, aumentando así la población económicamente activa, es decir, aquellas personas mayores de 14 años que trabajan o están dispuestas a hacerlo.

En los ocho primeros meses de este año, comparando el número de personas empleadas en agosto pasado con el dato de diciembre del 2023, se refleja un aumento de 13 mil personas pasando de 1.723.800 empleadas a 1.735.400. En relación al desempleo, se verifica que las personas desocupadas aumentaron 12.700 en lo que va del año, yendo de 146.000 en diciembre a 158.700 en agosto.

Si bien existen distintas compensaciones que pueden darse entre los indicadores por sus formas de cálculo, el aumento del de las personas ocupadas también tiene su correlato con las tasas de subempleo y trabajo no registrado, lo que da cuenta de la precarización de las condiciones laborales. En los últimos doce meses terminados en agosto, aumentaron en 11.500 las personas subempleadas, que son aquellas que trabajan menos de 40 horas, están dispuestas a trabajar más pero no consiguen hacerlo, los nuevos empleados creados son empleos informales.

El gráfico muestra la evolución de la cantidad de personas empleadas en el último año así como las subempleadas y las no registradas en la seguridad social. Respecto a las personas ocupadas con empleos informales o no registradas en la seguridad sociales, se observa que el 2023 fue el año donde la aceleración del empleo tuvo una fuerte contraparte en el crecimiento de este tipo condición, la informalidad.

Así vemos como la velocidad en que crece el empleo es menor que la que crecen las otras dos variables. De confirmarse ese comportamiento como tendencia, nuevamente el modelo de crecimiento se presenta con precarización de la oferta laboral.

Respecto al salario real como indicador del poder de compra del salario, en el último año móvil terminado en julio de este año, aumentó un 1,6%, un porcentaje superior al 0,8% que aumentaron las personas ocupadas en el mismo período. Parece verificarse que el aumento del empleo en estos últimos meses se acompañó con el aumento del salario real. Sin embargo, con una mirada más de mediano plazo, vemos como desde diciembre 2019, el aumento de las personas empleadas no siempre estuvo de la mano del incremento del poder de compra del salario, pudiendo basarse los últimos movimientos del salario real en el enlentecimiento de la inflación.

Lo anterior puede estar mostrando que luego de la recuperación de los niveles de producción previos a la pandemia, la riqueza que se está generando en el Uruguay de hoy va en la dirección al mercado externo, descuidando a quienes producen para un mercado interno cada vez más disminuido por la vía de salarios que cada vez pueden comprar solamente un 4% más que en diciembre de 2019, con un aumento del nivel de ocupación que oculta los problemas de precariedad laboral que indica el incremento del subempleo y del trabajo no registrado.

Estos problemas de precariedad en la creación de nuevos puestos de trabajo, y la lenta recuperación de los niveles salariales, toman cuerpo en bajos niveles de ingresos salariales por persona ocupada en el sector privado, $ 43.179 mensuales a junio 2024, mientras el PIB por habitante se eleva a $ 71.554 en el segundo trimestre del año. La relación entre ambos indicadores se ha deteriorado en este período de gobierno, desde 61% en 2019 a 60% en 2024. Sin duda una clara muestra de la desigualdad en la distribución del ingreso que se ha instalado en nuestro país.

(*) EconomiaPolitica.uy es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Política, dirigido por el Mag. Héctor Tajam.

(**) Claudio Fernández Caetano, economista, ex vicepresidente de la ANV, actualmente trabaja en el Programa EconomiaPolitica.uy y en la UDELAR, miembro de la REDH.

(***) Prof. Adán Iglesias Toledo, director del Medio humorístico DEDETÉ del Periódico Juventud Rebelde, miembro de la UNEAC. Colabora con varios medios de prensa en su país y en el extranjero.

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