Plan tortuga

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Por Darío Rodríguez(*)

 (En Paysandú, son más los que esperan)

Los recortes en materia de vivienda dilataron, a lo largo y ancho del país, las soluciones que requieren miles de compatriotas. A la par que recortó unos 30 millones de dólares por año, el gobierno se la “jugó” por atender, flacamente, 120 de los 600 asentamientos existentes. Publicitan que el Plan Avanzar (PA) alcanzaría, en su proyección, 15 mil familias y 50 mil personas en todo el país. Al ritmo de ejecución que llevan, inercias e incapacidades manifiestas dan como resultado muy pocos asentamientos intervenidos en cada Departamento. Alimentó una estructura técnico burocrática que luego fue a parar a MEVIR; obviamente que sin llamado alguno. La próxima administración se encontrará con este problemón.

En el paraguas del PA se subsumieron el Plan Juntos, Mejoramiento de Barrios y Plan Nacional de Relocalización; todos preexistentes. En todos los programas a las Intendencias les cabe un rol destacado.

La atención de los asentamientos, bajo el paraguas del PA, parece una ironía, pues camina a paso de tortuga. Por notorios problemas de gestión y de capacidad de actuación.

Cuando publicitan datos hacen un gran entrevero, a los efectos de dar una supuesta envergadura al plan. Por ejemplo, suman asentamientos con intervención terminada con los que siguen en obra y/o con los proyectos licitados. Tras ello marketing en cada territorio y despliegue electoral.

Paysandú 27 asentamientos

El PA pretende regularizar, relocalizar si es necesario, atender emergencia y prevenir nuevos asentamientos. La información oficial, aportada luego de un Pedido de Informes elaborado por la diputada Cecilia Bottino, menciona que se continúa, en todo el país, trabajando en 40, -sin mayores especificaciones-, se retomaron tareas en 20 que estaban pausados y se agregaron 60. Todos están en áreas críticas.

En su momento, con gran despliegue mediático territorial y la gente esperando, se fue presentando, en general y luego por Departamento, las intervenciones que se harían.

Para pautar ciertas incapacidades y desapegos, en Paysandú observamos la suscripción de un convenio de cooperación técnica entre el MVOT (desde DINISU), fechado en un lejano 7 de julio 2022, marcando sitios a intervenir, “etapas, línea de actuación, número de hogares estimados y el número de asentamientos en los que se interviene”.

En general, el MVOT pone los recursos, a veces equipos técnicos y la Intendencia tierra, maquinaria, apoyo social; ese es el formato clásico.

Paysandú tiene 27 asentamientos; 15 de ellos en su capital.

(Antena 35, en parte terminado)

A la periferia, la misma receta

Seguramente, presidido por asesoramientos, consultas, estudios técnicos y disponibilidad presupuestal, el gobierno y la IDP atenderán cinco/seis asentamientos de la capital. Son “áreas prioritarias de actuación” que involucran, con soluciones diferidas a 270 familias. Se verificó que el mismo signo del gobierno nacional y Departamental, no redunda en mayores posibilidades y/o recursos.

En el caso de Paysandú, la publicidad del PA dice que hay 10 “asentamientos terminados, en obra y en fase de proyecto”. La pregunta es muy obvia: se necesita saber en qué etapa está cada uno de ellos. Dicen ser 703 familias involucradas. Por otra parte, no cierra que estén interviniendo en 10 asentamientos.

 (Otra parte de Antena 35 en Zona Sur)

Lo verdadero de la información es que solo se atienden los de la capital Departamental. Es cierto que, en otros sitios, hacen jugar la carta de MEVIR, marcada por una impronta clientelar.

La respuesta a la diputada, presentada de tal manera que se hace inescrutable el análisis, se menciona la situación (a enero) de las intervenciones elegidas. Antena 35 y Nueva antena, -93 familias involucradas-, está casi terminado. Parkway-Sacra, (Etapa 1) con 66 familias concluyó las obras. En cambio, el Espinillo, 54 familias, y Curupi 2, -61 familias-, están en proceso licitatorio.

(Mas antena 35)

Por su parte, -manzana Vialidad con 44 viviendas- recién comenzó las obras. La mayoría de la gente seleccionada, que incluye una parte de los necesitados, verán solución en el próximo gobierno. ¿Tendrán claro eso? ¿Son informados? Pues en la presencia con la gente, tanto las autoridades nacionales, de visitas frecuentes, pintan plazos irreales. Además, estamos lejos de las 10 intervenciones.

(Este realojo recién comienza. Salen de zona inundable donde se hará residencial universitario)

Obsérvese el contraste entre el proyecto urbano en la Ex Paylana y el PA, con poblaciones que muchas veces son similares. En ambos casos se arbitran soluciones habitacionales; aunque de distinta calidad. En el primer caso se hace un uso intensivo del suelo, se maximiza la infraestructura existente y se integran actividades y poblaciones en sitios consolidados de la ciudad.

En el segundo caso, se repite el viejo paradigma: los pobres a las periferias, baja densificación, extensión sine die de la mancha urbana y los servicios y, en todo caso, lejos de lo que otros tienen a la mano. Siguen alimentando una ciudad dual, fragmentada, expulsora.

El déficit habitacional departamental bordea las 4 mil viviendas. Si uno, leyendo la respuesta ministerial, comprueba que los recortes pegaron duro en Paysandú, ello alimenta la “chicana” opositora que sostiene la falta de liderazgo de la Intendencia.

Aunque en los períodos pasados no se invirtió lo suficiente, recortar no parece la solución más idónea ni permite a nadie ponerse de pie. Con estos datos no da para seguir conversando.

(*) Darío Rodriguez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UdelaR), periodista y asesor en temas de cooperativismo, vivienda y hábitat.

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