Por Ricardo Pose(*)
Agite de la 609 en un barrio de Montevideo; es una de las tantas actividades que desde hace muchas campañas los gurises del MPP realizan y todo transcurre con normalidad.
Sin embargo no todos los espectadores son adherentes que van a disfrutar de la música; toman nota de los discursos y registran imágenes de los asistentes. Minutos después se dirigen al banderazo en la rambla montevideana convocado por el Frente Amplio.
Ahí hay más gente y el registro de imágenes pasa aún más desapercibido; el botín es mayor aunque luego lleve más trabajo desclasificarlo.
Pudimos detectar agentes del SIFA (Servicio de Información de la Fuerza Aérea) pero no son los únicos; también operan otros organismos de inteligencia militar y de la policía.
Según nuestras fuentes, en los despachos de Inteligencia, el triunfo del Frente amplio se maneja como una hipótesis firme, y entre los votantes sin dudas habrá efectivos militares y policiales; lo que se quiere determinar es qué efectivos, o familiares de los mismos, participan de actividades y pueden influenciar sobre el resto de militares y policías.
Se escudan bajo la definición de la prohibición constitucional para los efectivos de participar en actividades proselitistas; de ser así, con ir a un Acto de Cabildo Abierto se harían la zafra, pero el problema es el Frente Amplio.
Por supuesto que la cosecha se obtiene de varios canteros; en los registros de los servicios no solo quedan los efectivos o familiares que pudieran asistir y de esta manera abrir el camino a futuras sanciones o persecuciones.
También se identifica, a veces por suerte y en general con “ojo adiestrado”, integrantes de los equipos de seguridad, organizadores, choferes, servicios de infraestructura, dirigentes en sus distintos niveles y ese vecino del agente que no sabía era simpatizante del FA.
Cuando casi todos los dirigentes políticos en campaña proponen que para el combate al crimen organizado y el micro tráfico y en las cárceles…hay que apostar a la inteligencia, es bueno pensar cómo se van a redireccionar las “mentes” que deben llevar a cabo las tareas y que aún están influenciadas por las lógicas del “enemigo interno” que representan las fuerzas progresistas.
Pero tener “individualizado al enemigo” no es la única motivación de algunos agentes de los servicios; cumplir tareas de inteligencia y contra Inteligencia como lo demostró alguna actividad solicitada por Astesiano, también representa la posibilidad de unos pesos extra, u ocupar lugares de privilegio. La información desde siempre es poder.
Quienes trabajaron en los Servicios de Inteligencia hacen de su experticia una reconversión laboral que se ofrece al poder político u para otros fines, tipos que se jubilan a temprana edad (45 – 50) años llegados al grado de Capitán o Coronel.
Vale recordar que los militares de todas las ramas son personas que se jubilan tempranamente
La muchachada de Garcé
El puerto de Montevideo esta agujereado como un queso; los contactos de inteligencia con Paraguay sobre el tema Marset fallaron o se compraron silencios o demoras en entregar información; la lista es larga.
Para colmo cuando -según Álvaro Garcé- se le avisó al Presidente de los antecedentes de Astesiano, éste no le dio bola.
En el 2022 escribíamos en Caras & Caretas (algunos nombres manejados pueden no estar actualmente en los lugares mencionados): “La Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado (SIEE) a cargo de Álvaro Garcé quedó expuesta de su necesaria discreción, producto de algunos yerros que cayendo como fichas de dominó, dejó en ridículo a altas autoridades como el Ministro de Defensa Javier García y al mismo Presidente Luis Lacalle, cuando abrazaron la causa de acusar de traicionar la Patria por la filtración de unos documentos que se suponía contenían el Plan de Inteligencia, que no eran tales.
(…) A medida que uno acerca la lupa, aparecen sorpresas que por un lado puede explicar algunos problemas de gestión, y otras generan suspicacias, que ameritan ser descartadas para no caer en una suerte de psicosis de desconfianza.
La supuesta filtración del Plan de Inteligencia de una reunión con parlamentarios no es el único incidente que tuvo como protagonista a Garcé y la SIEE. Ingresa en la lista de incomprensibles que Inteligencia policial de Uruguay y Paraguay estuvieran tras los pasos del Narcotraficante Sebastián Marset, y esas investigaciones no lograran llegar a donde debían alertar para lograr parar la expedición del pasaporte. De ser cierto (y no hay motivos para no creerle) que Garcé alertó a Lacalle sobre Astesiano, el rol del Secretario de la SIEE funge como un elemento decorativo.
El periodista Leonardo Cardozo de Brecha expone en un trabajo algunas de las “puntas” del perfil de quienes integran la secretaria, de las que fuimos tirando y nos hemos encontrado con algunos primeros resultados, un poco preocupantes para una Secretaria que por su especificidad, debería asegurar imparcialidad para todo el sistema político. El Jefe de Asuntos Internos de la SIEE es el Dr. Jorge Alliaume, un funcionario de OSE pasado en comisión a dicha secretaría. En el primer gobierno del Frente Amplio propuso al directorio del ente dada su experiencia, generar una oficina de Asuntos Internos, encargados de vigilar a los funcionarios que pudieran estar realizando maniobras desleales hacia el ente o casos de corrupción.
La propuesta fue aceptada pero según denunciaron varios trabajadores mediante la Federación de Funcionarios (FFOSE), Alliaume se extralimitó, colocando cámaras, micrófonos y realizando seguimientos, por lo que el directorio lo mantuvo en sus funciones pero le pidió “achicara” con los métodos de las investigaciones. Alliaume siguió en funciones hasta que por Resolución de Directorio N° 944/20 de agosto del 2020 fue pasado en comisión a la SIEE. El actual directorio del ente aprovechó el cambio para ajustar a un marco que dé garantías a todas las partes, del manejo de la oficina de asuntos internos.
Jorge Alliaume además es la tercera generación de la agencia de detectives privados “Detective Jack”. Esta es una de las agencias más antiguas en el país, y si bien no son muchas las que se dediquen al rubro (un rubro totalmente desregulado), su convivencia con tareas de Inteligencia resultan evidentes. En el caso específico de Jorge Alliaume sería bien interesante poder conocer si ahora los recursos de la SIEE son utilizados en beneficio del detective Jack, o los métodos ilegales de la agencia son utilizados para la SIEE. Alliaume además ha perdido los reflejos de su tarea; utilizando el material que potencialmente brindan las redes para su tarea se ha hecho un perfil de Instagram que realmente llama la atención por lo burdo; no solo figura con su dos nombres y apellidos Jorge Oscar Alliaume Kotowski, con la foto de perfil de una persona muchos años más joven (hasta ahí todo bien en el submundo del espionaje), pero cuando se ingresa a observar su Instagram, aparece el mismo Alliaume en fotos familiares. Este es un elemento en Alliaume que llama la atención, pues ha realizado cursos de inteligencia en Estados Unidos, Israel y España. Alliaume además ha presentado trabajos en la generación 2005 del Centro de Altos Estudios Nacionales (CALEN).
En Uruguay no son más de cuatro o cinco las agencias que se presentan como detectives privados, siendo la más antigua Detective Jack; luego en competencia figuran E&F, A.Acces y como detective privado individual, el ex diputado por el Partido Colorado, dirigente del Club Nacional de Fútbol y ferviente admirador de Mercedes Vigil: Ricardo Domínguez. Si bien la mayoría de los clientes contratan los servicios por causa de infidelidades de pareja o empresas que dudan de la fidelidad de sus empleados, algunos de ellos han reconocido recibir trabajos de seguimientos a dirigentes políticos, incluso en una entrevista para El País, uno de ellos reconoció haber realizado seguimientos sobre un Ministro aunque no aportó el nombre.
No sería muy descabellado pensar que parte de la información solicitada por Vertical Skies sea la que estas agencias manejan, y entre ellos como el Jefe de Asuntos Internos de la SIEE, Jorge Alliaume, el Detective Jack.
La SIEE y el Centro Militar
Otro de los muchachos que integra la SIEE y acompañó a Garcé en la primera reunión bicameral es el Coronel ® Carlos Ramón Delgado, un activo militante del Partido Nacional, uno de sus asesores en Seguridad y uno de los vocales del Centro Militar, columnista en temas de inteligencia en las Misiones de Paz de la revista del Centro, “El Soldado”. Egresó de la escuela militar en 1977 y en el 2004 estuvo en la asesoría técnica de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado (DINACIE), conjuntamente con Elmar Castiglioni, a quién se le incautara el famoso archivo.
La delgada línea que puede separar las convicciones del Coronel Delgado de las opiniones del Centro Militar son más que difusas. Una organización que no sólo ha tomado como pendón la defensa de los represores y genocidas encarcelados en Domingo Arena, sino que ha desatado una “guerra” contra resoluciones tomadas en democracia por las mayorías circunstanciales dadas. En un artículo sobre el nomenclátor sostiene: “se comprende poco, y menos se acepta el desvío verificado en varios lugares de la República, especialmente en algunos departamentos, donde hay calles, promontorios, placas o monumentos dedicados a personajes que se levantaron en armas contra las instituciones libres, conspiraron para destruir las bases de nuestra convivencia, asesinaron, secuestraron, robaron y atentaron contra la Constitución de la República, buscando derrocar gobiernos legítimos (…) En esa guerra soldados y policías dieron sus vidas sin esperar nada a cambio, sintiendo en su entrega la satisfacción del cumplimiento del deber; de darlo todo por la salvaguardia de los bienes superiores de la Nación. Pero hoy su sacrificio se solapa, se menoscaba, se humilla por efecto de la difamación, del desprecio y del generalizado olvido de quienes tienen el deber de recordar y de saber la verdad. Es injusto que no haya calles, plazas y lugares de significación que recuerden a quienes sirvieron con honor a la Patria”.
Otros integrantes
Otro de los que funge en la SIEE y acudió al parlamento acompañando a Garcé es Victor Bjorgan, un ex militante del Movimiento Nacional de rocha que debió exiliarse en Noruega sobre fines de la dictadura, pero bajo el gobierno de Luis Alberto Lacalle fue director de Canal 5. Ha realizado públicamente conferencias y entrevistas como experto en temas de Seguridad Pública, fustigando la gestión de Eduardo Bonomi.
Santiago González Cravino es un argentino que junto a Renato Opertti realizó varios trabajos, entre ellos un Atlas Demográfico del Uruguay financiado por la OPP y documentos oficiales. Muchos de sus materiales son utilizados en los cursos del CALEN del ejército. Junto a Bjorgan ha acompañado a Garcé en la firma de convenios con la Organización de Estados Iberoamericanos. Entre lo legal y lo ilegal, confesiones de detectives. “»Investigar la rutina de alguien sin violar su privacidad, es otro tema. Con la condición de mantenerse anónimo, un detective privado confiesa que cada mes él pincha celulares, aunque esté prohibido. Además de la opción del software hay un par de alternativas «todavía más ilegales», dice. En esta profesión hay límites éticos y hay límites judiciales: intervenir una línea, escarbar en la correspondencia ajena, ingresar a una propiedad privada, ocultar micrófonos y cámaras, filmar a alguien en su hogar sin su permiso, pagar por información a un empleado público, todo eso está penado por ley si se hace sin la orden de un juez. La astucia está en saber cómo tener ojos y oídos sin ensuciarse las manos. Para ahorrarse problemas con la ley, algunos detectives optan por darles instrucciones a sus clientes sobre cómo esconder los artefactos de espionaje en sus propiedades. O les venden un «celular espía» para que le obsequien a la víctima. También hay quienes firman un documento con el dueño de casa, otorgándole el permiso para cruzar la puerta.
“Acá nadie se salva. Nosotros les descubrimos secretos a personajes famosos de la tele, a deportistas y hasta a políticos”, expresan.
A falta de una educación formal, alguno aprendió con un funcionario de la Armada que, en confianza, le enseñó tácticas de espionaje”.
(*) Ricardo Pose es Periodista en Caras y Caretas, Presidente sector Prensa Escrita (APU). Columnista en Mate Amargo, CX 40 Radio Fénix, Radio Gráfica, Tierra de periodistas Rocha FM, Notero en Telesur y tvg China