Por Darío Rodríguez(*)
El pasado 27 de octubre se dio la verdadera encuesta y, como siempre y con matices, dejó tela para cortar. En las anteriores elecciones, -una suerte de alerta para los grandes conglomerados- aparecieron “novedades”: el PERI, Cabildo Abierto; en esta Identidad Soberana. Lo paradójico del asunto (ameritaría un análisis en profundidad) es que, con acentos particulares, reniegan del sistema, pero pugnan por entrar al mismo, aunque muchas veces son disciplinados y/o terminan canalizando la inconformidad con todos los partidos.
La nula o escasa respuesta a los grandes temas nacionales, aumenta el desencanto con la política en estas sociedades líquidas, de odio, de irrupción de otra derecha, campañas sucias y de feroz consumo que frustra el acceso a bienes materiales de unos, mientras otros amasan enormes fortunas y se gobierna para ellos.
Pasando el Santa Lucía
Algunos connotados voceros del FA habían puesto la vara muy alta: ganar en primera vuelta y con mayoría parlamentaria, por eso el lunes 28 fue un día radicalmente al del domingo 27.
La izquierda ganó en 12 departamentos, incluyendo Tacuarembó, que desde hace 70 años gobierna el partido de Oribe, y en Durazno, aunque en declive, con un fortísimo liderazgo de Carmelo Vidalín.
Por ejemplo, la izquierda en Carlos Reyles creció 12.2 %; Pueblo Centenario, -al borde del Río Negro-, 10.39%; Sarandí del Yi 9.32%. Si miramos Tacuarembó, el FA aumentó 14.37% en Curtina; en la capital 9.16% y en Villa Ansina 8.12 %.
Si venimos a Paysandú (33.686 sufragios), que también la izquierda ganó por 4.300 votos, haber puesto la vara tan alto inhibió festejos domingueros. El FA se impuso a la maquinaria de la lista 51, del actual intendente Nicolás Javier Olivera que, apoyando, -no con tanta algarabía-, la formula encabezada por Delgado, privilegió la obtención de la diputación y la perspectiva Departamental. El intendente, departamentalizó la elección, puso muchos recursos y el aparato de la Intendencia, secundado por la política clientelar desplegada desde el MIDES. De todas maneras, accedió al Senado; una suerte de reaseguro.
Inicialmente, heredero del dos veces intendente Jorge Larrañaga Fraga, el actual intendente sanducero tiene otras prácticas de acción política diferentes a su mentor.
En Paysandú, muy golpeado al igual que el resto del litoral, el FA creció en distintas localidades. En Pueblo Porvenir (en este Municipio el intendente, sin respaldo legal, lo intervino tras conflicto con un díscolo correligionario, Ramiro Ayende) aumentó 7.91%; Guichón 5.14% y Quebracho 4.05%. Estas últimas son dos ciudades relevantes electoralmente. En general el crecimiento frentista en el Departamento fue del 2%.
(La militancia, factor decisivo)
Muchos militantes daban cuenta que, durante la campaña, particularmente en las localidades más pequeñas, aunque pasaba en la capital, la gente pedía listas del FA solicitando que se las entregaran con discreción por temor a las represalias en un país que se jacta de la tolerancia y la democracia que parece no llegar con la misma intensidad a todo el país.
Un desglose del votante frentista sanducero, -poniendo el ojo en los tramos etarios-, da cuenta que la mitad, un 51%, tiene menos de 35 años, un 49% entre 35-49 años, un 42 entre 50 y 60 y un 37% más de 65 años. En cambio, al PN lo votan los más veteranos: 37% mayores de 65 años.
(Hacia un nuevo; “festejen vecinos, festejen”)
Cada uno de los tres partidos históricos, logró una banca. En el caso del FA accedió a la misma, el licenciado Juan Gorosterrazu (MPP); espacio que confirma su primacía. El MPP alcanzó los 12.575 votos. En segundo lugar, quedó la Vertiente Artiguista, encabezada por el ex intendente Guillermo Caraballo con 4.010 votos. Una ventaja apreciable.
Muchos factores explican la performance del Espacio 609, una de ellas es, fundamentalmente, el despliegue territorial más allá de las contiendas electorales. Parece clave, incluso a nivel nacional, ese trabajo capilar, mano a mano, peinando palmo a palmo el territorio. Por otra parte, el electo diputado, que fue director del Hospital de Guichón y director Departamental de Salud, por su desempeño profesional es una persona muy conocida en todo el territorio.
En el PN, la lista 51 obtuvo 16.380 votos contra las 10.706 de su contrincante Larrañaga Vidal; lo que consolida al intendente como caudillo partidario. La banca colorada volvió al ex subsecretario de Industria y Energía, que acompañó a Bordaberry y desplazó a su correligionario Juan C Moreno por 411 votos. El cuarto lugar lo consiguió Salles con Identidad Soberana con 2.155 sufragios. Salles, muy asiduo a Paysandú, encontraba ciertos respaldos en desencantados y en antisistema locales.
Es una realidad incontrastable que ninguno de los plebiscito alcanzó la exigente mitad más uno, para imponerse. El pasado obrero, organizaciones sociales involucradas, más el apoyo de ciertos sectores políticos, hizo que en Paysandú la papeleta blanca votara muy bien, alcanzando 36.136 voluntades. Acá, se daba el caso que sectores de izquierda, al margen de las decisiones partidarias, si la gente pedía la papeleta blanca, la entregaba.
El Partido Nacional parecía que había sucumbido ante las constantes arremetidas de un desafiante, Andrés Ojeda, con muchos recursos y que sostenía que su líder era Luis Alberto Alejandro Aparicio Lacalle Pou Herrera Brito del Pino.
Dos elementos se pueden subrayar. El PN, que bajó un poco su votación, logró cierto reconocimiento y minimizar los enormes escándalos y aislar de los mismos al actual inquilino de Torre Ejecutiva. Es cierto que estamos lejos de saber o tener toda la información sobre la entrega del puerto, el episodio Marset y todo lo de Astesiano. Aún la olla no ha sido destapada del todo. Increíblemente, el nacionalismo ganó en Artigas y una de las bancas le corresponderá al“clan Caram-De los Santos”.
El levante del PC, uno puede especular que fue a expensan de sus correligionarios blancos y algo de Cabildo Abierto, más la aparición de Pedro Bordaberry.
Pero hay que subrayar, comparado con octubre del 2019, la enorme recuperación del FA. Recuperó unos 150 mil votos; casi 5 puntos. Ello determinó muy buenas votaciones en Montevideo (52.5%) y Canelones (496%) Tuvo una mejora en todas las jurisdicciones. Simbólicamente son datos a tener en cuenta que alientan esa militancia más sacrificada y que rema contra los aparatos partidarios, caudillos y manejo con tintes feudales de intendentes.
Otra de las explicaciones de la buena performance del FA, que hay que aquilatar en su justa medida, es la presencia de un gobierno de espalda al interior.
La llave
El politólogo Oscar Bottinelli, de FACTUM, remarcó, que “el FA con números salió muy bien. Sacó 39% hace cinco años y grosso modo 44% ahora. Un aumento espectacular”.
Hay tres elementos a tener en cuenta de cara al ballotage. El FA es mayoría en el Senado (16 bancas y si ganara suma la de la vicepresidencia) por lo que conviene revisar el rol que constitucionalmente tiene el Senado de la República. Por ejemplo, designar los integrantes de los entes autónomos, otorga venias, aprobar presupuesto; crear comisiones investigadoras, entre otros asuntos. Al FA, pese a tener un diputado menos que el resto de los “republicanos” (48 a 49) tiene, por un sinfín de razones, mayores posibilidades de alcanzar acuerdos.
El talante y la experiencia de cada formula es otro dato de relevancia. Mientras Orsi, puede mostrar sus años al frente de la Intendencia de Canelones, su estilo cercano a la gente, su capacidad negociadora y articuladora, Delgado luce experiencia parlamentaria y gestión, pero muy dependiente de Luis Alberto Alejandro Aparicio; esa traza no se va a borrar. Sobre su capacidad negociadora (muchos interpretan que la elección señala la necesidad de acordar y no cavar fosas) no se conocen antecedentes de que Delgado haya negociado algo con la oposición. En una entrevista televisiva, otro “cavador de fosas”como el médico Javier García, electo senador, se vio en figurillas para dar tres ejemplos de negociaciones realizada por Delgado con la oposición. Y volvió, sin responder, a hablar del FA. En su febril imaginación, utilizó un viejo y gastado recurso al sostener que los senadores alcanzados por el MPP (9) el PC y aliados (2), el Partido Socialista (1) y la Amplia (1) era la prueba de un FA radicalizado que quiere dar vuelta todo. Se olvidó del envío de los niños a Cuba.
(Yamandú Orsi, que gobierne la honestidad)
No es lo mismo dialogar, algo imprescindible, que negociar, ceder, acordar, dar razón al adversario. Además, en el elenco de senadores del PN continuarán especialistas en chapalear en el barro.
Hay que recordar que fue una gestión con poca escucha y que vivía hablando de la oposición. Por otra parte, Delgado, siendo delfín, no es Lacalle Pou Herrera Brito del Pino. No se cambia una actitud, de un día para el otro, máxime cuando la reforma constitucional no tuvo otro propósito que perpetuar a los partidos tradicionales en el poder. Pese a toda esa ingeniería el FA llegó al gobierno y puede volver. Eso exaspera. Unos pueden disimularlo, a otros se les hace indigerible.
Bottinelli, con algunas horas más de distancia que permiten contar con más información para el análisis de lo que se espera, destacó en Radio Universal que “la probabilidad de que se traslade a Orsi un voto por pérdida del Partido Colorado, de Cabildo Abierto o del Partido Independiente, es muy alta”.
Como la inmensa mayoría de los analistas, -también lo ven los políticos, medios y la gente más común-, señaló que, en el Senado, un eventual gobierno de la coalición “se toparía con el mayor escollo”. Fue incisivo y sagaz al preguntar, “¿Cómo hace Delgado para explicar que va a gobernar sin el FA, si no tiene la posibilidad de aprobar absolutamente nada en el Senado?”. Por lo que es una enorme ventaja que cuenta el FA. Cree que la ventaja de la izquierda hacia el balotaje “es muy alta”. A los partidos coaligados, al no alcanzarles la reforma constitucional, abandonarán el sobretodo (y las prácticas batllistas) y Masoller y se conformarán como partido único. Lo pondrán en marcha en las Departamentales de mayo en Montevideo, Canelones y Salto.
Comenzó otra carrera, decisiva, de cara al 24 de noviembre. Desde ya, y en articulación con el comando, se rediseña campaña.
Paysandú tomó nota y sale a la búsqueda de la porción local de los alrededor de 100 mil votos, que comprenden votantes en blancos, de la papeleta de la seguridad social y capturar una porción de quienes quedaron fuera del ballotage. Bottinelli cree que debe haber mensajes concretos para esos sectores. Es un trabajo casi quirúrgico.
(*) Darío Rodriguez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UdelaR), periodista y asesor en temas de cooperativismo, vivienda y hábitat.