Por Ricardo Pose(*)
El día se presta para hacer la reunión al aire libre; además de apostar al contacto con la naturaleza en un día de sol con una primavera esquiva, como en todo Taller que se precie de tal lo primero a romper es la ordenada estructura de oradores y escuchas, de un espacio divido en dos ocupado por dirigentes y dirigidos.
Por eso estan sentados en ronda y el círculo lo cierra una pizarra donde se van escribiendo ideas, reflexiones y no esquemas preconcebidos; el coordinador apenas es una señal en la ruta en el camino de construcción de pensamiento.
Los talleres de Educación Popular no son nuevos pero siguen siendo alternativos; a la formación en la izquierda le falta demasiado Paulo Freire y le sobra Fiedrich Ebert, demasiado reparto de cañas de pescar y poca escucha de los secretos de los arroyos y del comportamiento de los peces.
Camilo Álvarez cuenta para Mate Amargo los Talleres que durante octubre y noviembre se realizaron y el encuentro del 16 de noviembre sobre Educación Popular.
¿Empezá contando un poquito este curso de formación de educadores que se realizó hasta hace poco?
El curso ya terminó y lo que viene ahora, que es el sábado 16, es el Tercer Encuentro de Educación Popular en la zona, en Rocha, que ahí abarca Valizas, junto a Punta del Diablo Aguas Dulces, y se suma gente de Treinta y Tres y de Maldonado.
Nosotros venimos construyendo desde Somos Barrios del Centro de Martín Luther King, este proceso de formación política de la educación popular en distintos departamentos del interior.
Y este año, bueno, un poco el foco estuvo puesto en esa zona de Rocha. Ahí estuvimos articulando, y en realidad la propuesta del curso nace de los compañeros de la Olla Popular de Valizas y el Movimiento por la Tierra de la chacra que tienen ahí en Valizas, y fue como extendida a otras organizaciones y a otras localidades de la vuelta, Aguas Dulces, Cabo Polonio, Punta del Diablo y la zona del puente de Valizas.
Un poco la movida ahí tiene que ver con, bueno, cómo poner en valor las distintas cosas que están haciendo desde el punto de vista social, cultural, productivo. Lo primero fue como generar un espacio de encuentro de todas esas experiencias, porque más allá de la cercanía territorial, no tenían un espacio donde se junten y pongan en circulación cuáles son las propuestas que tienen, los problemas que tienen, y eso no existía.
Entonces una primera parte del proceso tuvo que ver con eso, con generar ese espacio de encuentro, y a partir de ahí empezar a construir procesos que unifiquen esas distintas luchas fragmentadas.
Ahí básicamente lo que surge es la lucha por la tierra, la lucha contra la pobreza, y en particular con algunas situaciones que se están viviendo en la zona, vinculado a los procesos de demoliciones de ranchos y algunas movidas que está haciendo la Intendencia de Rocha con los pescadores, que tiene que ver por un lado destruir la organización que tenían los pescadores artesanales, y por otro lado se han cortado bastante los recursos de acceso a distintos materiales, distintas herramientas que solicitaban los pescadores.
Esas cosas salieron a partir de ese proceso de intercambio y de formación, donde como te digo, participaron varias organizaciones y varias experiencias también, porque se sumó gente de la huerta comunitaria, de la olla popular de Valizas, se sumó gente que está vinculado al trabajo con los pescadores. Y esos fueron dos fines de semana seguidos que se estuvo trabajando con estos compañeros y estas compañeras.
Y eso desencadena en el tercer encuentro de Educación Popular que se hace en la Chacra del Movimiento por la Tierra, donde bueno, además de participar obviamente compañeros de Rocha, vienen compañeros de Brasil, de Argentina de otros lugares del Interior del país también. Vamos a poner en perspectiva esas experiencias que se vienen realizando, que tienen que ver con lo social, con lo productivo, y en algunos casos con lo cultural también.
¿En ese sentido qué espacio encuentra la educación popular en el contexto actual?
Nosotros por lo menos, (viste que hay como un montón de bibliotecas), lo trabajamos de la perspectiva de la amplitud, no lo trabajamos en lógica de post doctorado, sino que lo trabajamos en términos de que la apuesta fundamental de la Educación Popular tiene que ver con reivindicar los procesos sociales y populares que se están dando.
Y ese es el punto de partida. Entonces, en realidad lo que impulsamos y lo que intencionamos es ir en búsqueda de los espacios de organización que existen para fortalecerlo desde ahí.
En este sentido, te diré que en esto que te estoy contando, también está el laburo que se viene haciendo con los clasificadores, con la gente en calle, con otros sectores sociales organizados o no organizados, tiene que ver con este fortalecimiento, de convocar a que es posible transformar algunas cosas en la realidad, y que esa transformación se hace cuando hay un espacio, aunque sea mínimo, de organización, y sobre todo cuando logras identificar que tu lucha es parte de una lucha mayor y tienes la capacidad de construir alianzas. Ahí es como un poco la secuencia que trabajamos para que no queden como reivindicaciones aisladas, que pueden estar muy bonitas, pero que en definitiva no terminan modificando nada.
Volver a amasar tu pan
Desde los tiempos de los viejos militantes anarquistas de principios del siglo pasado que apostar a la organización de una panadería popular, forma parte de las mejores tradiciones de búsqueda autogestionaria de las organizaciones populares.
A la salida de la cárcel fue una apuesta de algunos presos y presas políticas buscando además de una reinserción laboral, productos panificados que cumplieron con un objetivo solidario de “multiplicar los panes”, el sustento más preciado e increíblemente a veces inaccesible para los más pobres.
Cuenta Camilo de este nuevo emprendimiento: lo que venimos como empujando desde Somos Barrio como organización social, tiene que ver con esta línea de laburo en lo que es la Economía Popular, que intentamos como que se diferencie, no solamente conceptualmente con la palabra sino en el laburo, de la economía informal, porque lo que observamos es que hay un montón de gente que se organiza y que se inventa los laburos, y que a eso hay que darle respuesta, apoyo y contención. Y en ese sentido, uno de los proyectos que estamos impulsando tiene que ver con esta Panificadora o Panadería Popular “La Mateada” que lo que busca es a partir de personas que están o que estuvieron en situación de calle, generar un espacio para que puedan no solamente producir y aprender a producir panificado, sino que se puedan sacar un jornal de esa producción.
Eso ha ido decantando en la consolidación de la organización y de la propuesta, ha ido decantando en la ampliación de los productos que se ofrecen, y ha ido decantando también en la formalización, en la constitución de los monotributos, de toda la parte formal que también es fundamental para poder ingresar a ciertos sectores del mercado, por ejemplo poder producir panes para Colegios de la zona que se van de campamento o actividades recreativas.
¿Y esta propuesta de panadería popular está conectada a alguna otra propuesta productiva o de organización?
Nosotros lo vinculamos con algunos proyectos que están en sintonía con ollas populares que reciben los panificados que hacemos.
Está vinculado también a una propuesta que tenemos de desarrollo de huertas comunitarias y de huertas urbanas que se llama Plantar Comunidad, y está vinculado también a estos procesos de construcción de espacios de trabajo conjunto y en todo caso de intento de unificación de luchas o de propuestas, que puedan ver que en esta cosa puntual de una panificadora, se están jugando otras cosas y que en definitiva terminan siendo también espacios de activismo, de militancia para un montón de compañeros y compañeras que por ahí hoy por hoy no están encontrando otros espacios desde donde desarrollar su militancia.
Y una apuesta no dejar morir lo que fueron las experiencias de autogestión de empresas por parte de los trabajadores.
Sin duda hay como una línea muy clara; por ejemplo, nosotros la harina se la compramos a Molino Santa Rosa, muchos productos los buscamos también en alianza con otras propuestas vinculadas a la economía popular, y sobre todo en reforzar lo que es el laburo uruguayo, que nos parece que ahí hay una sintonía que cuando los chiquitos se van organizando, se van juntando y van empujando hacia el mismo lugar, son cosas que por ahí no mueven la aguja grande, pero sí permite que la gente pueda tener laburo, y que ese laburo esté garantizado, tenga la mayor formalidad posible, y obviamente la mayor remuneración posible también.
Cooperativa Burgues
Estamos también en una propuesta de laburo como conjunta y muy fuerte con compañeros clasificadores de la Cooperativa Burgues, que es la primera cooperativa que crea una empresa porque le da posibilidades de incidir en el mercado desde otro lugar, no es que crea la empresa porque sea una apuesta organizativa.
Con ella estamos trabajando mucho en lo que es esta apuesta por el laburo con lo que están más abajo, muchos de los clasificadores están en calle, muchos de los clasificadores vienen de la privación de libertad, y son sectores con los que nosotros venimos trabajando también desde esta mirada del desarrollo social, que pueda incluir necesariamente estos sectores, no solamente desde la cuestión económica, sino de la cuestión social, cultural, habitacional, y ahí es donde entra también estos procesos más educativos de fortalecer todo esto.
(*)Ricardo Pose es Periodista en Caras y Caretas, Presidente sector Prensa Escrita (APU). Columnista en Mate Amargo, CX 40 Radio Fénix, Radio Gráfica, Tierra de periodistas Rocha FM, Notero en Telesur y tvg China