Por Camilo Álvarez Lopez(*)
En estas horas dónde la agenda pública y mediática pone foco en las elecciones del próximo domingo, es necesario dar visibilidad a las apuestas que se vienen desarrollando desde la organización popular, como gérmenes de experiencias novedosas que generan trabajo, proyectos culturales, de inclusión y desarrollo social, ambientales, etc.
Distintas apuestas que reúnen a una cantidad importante de personas que en esta etapa de disputas colocan temas centrales para avanzar en la lucha contra la pobreza, por techo, tierra, pan y trabajo.
La experiencia nos marca con claridad que la lucha contra la pobreza no solo implica de disposición de políticas desde el estado, con eso es necesario pero no suficiente. Sin una apuesta fuerte en el desarrollo social, cultural y construcción del sujeto político, que empuje en la construcción de ciudadanía y no solo de consumidores no será suficiente.
Por eso es importante mirar estos activos que la sociedad por distintas partes va construyendo como gérmenes de poder popular.
Hemos visto como trabajo sobra, y lo que falta es empleo o que ese trabajo sea remunerado más bien. Mucha gente debió inventarse su trabajo remunerado ante la falta de empleo
Nuestras sociedades van tendiendo cada vez más a la deshumanización, un proceso sostenido dónde lo que nos hace humano va quedando cada vez más relegado detrás de las necesidades del capital financiero, las redes de las multinacionales que superan ampliamente el peso y el poder de muchos estados. La alteración de las comunicaciones dónde lo real se hace cada vez más frágil y la construcción de conocimiento cada vez se disfraza más con mirar vídeos de YouTube.
Sumado a lo anterior, la lucha por la energía, los territorios, el acceso a los alimentos y el conocimiento son factores fundamentales desde los cuales mucha gente desde lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, viene mostrando que en la lucha por la pública felicidad, desde aquel mandato del protector de los pueblos libres, tiene que haber lugar para todos, salvo los malos europeos y peores americanos, sin importar alcurnia o títulos.
Que se venga el tiempo de los humildes, los pobres, los nadies para que los más infelices sean los más privilegiados.
(*) Camilo Álvarez Lopez es un militante social, integrante de Somos Barrios Uy y Coordinador Honorario de área de Educación Popular del centro Martin Luther King de Uruguay, centro hermanado con su homónimo de Cuba. Fue Director del MiDeS para Montevideo y encargado del área social en el Plan Juntos del Ministerio de Vivienda
