Por Colectivo Mate Amargo (*)
“Me estremeció la mujer que parió once hijos
En el tiempo de la harina y un kilo de pan
Y los miró endurecerse mascando garifos
Me estremeció porque era mi abuela además”
(Silvio Rodríguez, Fragmento “Mujeres”)
Colombia nos sorprendía con la noticia: “Extra, extra … MINIGUALDAD e ICBF acaban de aprobar la vinculación laboral de las madres comunitarias al Estado colombiano”, era una de esas noticias que llegan por las redes y por la prensa alternativa, porque estas mujeres no son vendibles en el mercado comunicacional. Desde este Colectivo (CMA), nos pusimos inmediatamente en contacto con quien lo publicaba, Valentina Arteaga (VA), co-directora para el medio popular colombiano Imprenta Republicana, que tuvo la gentileza de atendernos y con ella conversamos.
VA: “La noticia la anunciaron hace unos 45 minutos. El anuncio lo hizo la Vicepresidenta Francia Márquez, ya que es un trabajo adelantado por el Ministerio de la Igualdad y la Equidad, que ella preside, y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
Desde el gobierno se vienen adelantando estrategias de garantías de derechos a las madres comunitarias, las madres comunitarias son mujeres que acogen en sus hogares a infancias que no tienen hogar ni familia. Antes del gobierno de Petro y Francia, las madres comunitarias no percibían un salario y el Estado no aportaba recursos al sostenimiento de ellas ni de las infancias. En este gobierno se han adelantado dos acuerdos
1. El pago de un salario a las madres comunitarias
2. Su vinculación como funcionarias del Estado
Apenas anunciaron el acuerdo, también anunciaron que lo que sigue es la escritura del Decreto”
MINIGUALDAD se le da a llamar en Colombia al Ministerio de Igualdad y Equidad e ICBF son las siglas del Instituto Colombiano de bienestar familiar. Estas madres comunitarias comienzan a vincularse laboralmente al Estado a través del ICBF, hasta que el decreto esté pronto y permita avanzar progresivamente hasta formalizarlas a todas. La vicepresidenta Francia Márquez catalogaba el hecho como histórico y agradecía a esas madres por cuidar a niñas y niños de ese país, “gracias por poner el amor en el cuidado de esos niños y gracias por aportarle tanto a este país. Seguimos dignificando la vida de las madres comunitarias y seguimos priorizando el cuidado y el bienestar de nuestra niñez colombiana. Seguimos firmes hasta que la dignidad se haga costumbre” dijo.
CMA: Imagino que en Colombia serán muchas las madres comunitarias en virtud de la violencia que se vivió en varias zonas del país, le dijimos más en tono de pregunta que de afirmación.
VA: “Actualmente se adelanta el decreto para 2.353 madres comunitarias, que benefician hasta 11 niños cada una. Por ahora no han adelantado detalles, pero al ser un decreto aplica para todas las madres comunitarias que se vinculen a la labor del cuidado también de ahora en adelante”
CMA: ¡Hasta 11!!!! Son muchos. ¿Cómo los mantenían hasta ahora? Preguntamos
VA: “Solidaridad comunitaria, igual era un sostenimiento muy precario. A veces les enviaban cajas con víveres, pero no era una estrategia coordinada”
CMA: ¿A qué sectores sociales pertenecen esas mamás, y por tanto esas familias solidarias?
VA: “Todas estas madres y hogares están en las zonas periféricas del país y de los centros urbanos. Son sectores populares”.
Le referí que me había hecho acordar la canción de Silvio Rodríguez “Mujeres” y la estrofa que encabeza este artículo a lo que Valentina Arteaga me respondió:
VA: “Esas son ellas”