Por Camilo Álvarez López(*)
No son muchos los países con el legado progresista como el nuestro, dónde el batllismo se metió con tal profundidad que la furiosa ola neoliberal de los años 90 no pudo avanzar como pretendía.
Con el FA a partir de 2004 se pudo acoplar a la idea de que el estado sea el escudo de los débiles otra idea complementaria y es que se deben impulsar procesos para que dejen de ser débiles.
Hoy, es más necesario que nunca asumir que las pobrezas, las desigualdades y las debilidades van mucho más allá que la materialidad concreta.
Precisamos identificar que la oportunidad no solo se da sino que es responsabilidad pensar y desarrollar la construcción de la oportunidad según cada persona. Parece un exceso y hasta abrumador. Pero resolver el problema de la pobreza es resolver un problema que tenemos como sociedad toda.
Resolverlo es pensar el desarrollo del país pero también pensar el desarrollo del país implica resolver este problema.
Me ha tocado estar en distintos lugares dando esta batalla, más bien ha sido un centro en mi vida política. Desde lo social, barrial, la gestión, la política pública… Si algo encontré en los distintos lugares que es menos imposible de lo que parece, que hay más gente con ganas de que esto sucede de lo que parece y sobre todo que, sin despreciar la billetera se precisa de una claridad política, técnica y metodologíca que solo puede ubicarse en el marco de un humanismo que se base en la solidaridad que caracteriza nuestra sociedad y en la urgente batalla contra la deshumanización que deben dar nuestras sociedades.
Sabemos que es posible porque lo estamos haciendo y ese es el mejor anuncio.
(*) Camilo Álvarez Lopez es un militante social, integrante de Somos Barrios Uy y Coordinador Honorario de área de Educación Popular del centro Martin Luther King de Uruguay, centro hermanado con su homónimo de Cuba. Fue Director del MiDeS para Montevideo y encargado del área social en el Plan Juntos del Ministerio de Vivienda
