Por Daniel Olesker(*)
Ilustración por Jorge Fuentes (**)
Quisiera empezar por la sorpresa que me dio las valoraciones en el Senado, por las cuales no se votó la conmemoración de los 100 años del nacimiento de Raúl Sendic.
Entre las tantas barbaridades se dijo:
“¿Cómo se conjuga la celebración de 40 años ininterrumpidos de democracia con esta conmemoración? ¿A quién se pretende conmemorar? ¿Al terrorista? ¿Al sedicioso?”
“Sendic fue un enemigo de la democracia.” Hasta aquí parte de lo que se dijo.
Y quiero decir que quienes fundamentaron eso, y no votaron, se olvidaron de algunos elementos esenciales. Primero que al salir de la cárcel, junto a sus 7 compañeros rehenes (Wassem ya no estaba pues la dictadura lo había asesinado, por la vía de los hechos) y a decenas de compañeros, con el Ñato Huidobro como portavoz, anunciaron la apuesta al trabajo político como única forma de actividad y propusieron un plan de lucha por la tierra y contra la pobreza. La pobreza resultaba uno de los problemas centrales a la salida de la dictadura.
Segundo, que esa organización que el contribuyo a crear y desarrollar, efectivamente fue un pilar de la construcción democrática, primero como MLN y desde 1989 también como parte del Movimiento de Participación Popular (MPP). Lo fue en las luchas sindicales, en las luchas estudiantiles y en el seno del Frente Amplio en la lucha partidaria.
Tercero, esa organización que el contribuyó a crear y desarrollar, ha sido más que validada en la democracia por el voto popular. Hoy representa, según los datos de la última elección nacional, el 18% del electorado (439 mil personas votaron esta organización), el doble de la lista al Senado siguiente más votada en todo el país. Uno de cada 5 uruguayos votó por esta organización. Y al mismo tiempo, de sus filas, por voto popular, salieron Presidentes, Intendentes, Alcaldes, Senadores, Diputados, y en los gobiernos del Frente Amplio varios Ministros.
Por ende el debate no es solo sobre la persona, es sobre la organización que contribuyó a construir y desarrollar. Seguramente muchos de los que dijeron esto visitaron a Pepe a su despacho siendo Presidente, ¿le preguntaron por qué entre sus fotos tenia la de Raúl hablando en 1987 en el Franzini? Seguro que no.
Ahora solo algunas líneas sobre la personalidad de Raúl al conmemorarse 100 años de su nacimiento.
Lo haré desde la perspectiva de sus escritos dentro de la cárcel y las cosas que escribió a la salida, pues a diferencia de los demás rehenes, con los que en estos años hemos
hecho una estrecha relación y me honraron con su amistad, con Raúl -por su temprano fallecimiento- tuve menos vinculo.
Sus preocupaciones centrales estaban en la mejora de la calidad de vida de la población y lo obsesionaban los temas de la pobreza, la distribución del ingreso y particularmente de las tierras, el consumo individual que muchas veces no contribuye al consumo social, y la deuda externa que a la salida de la dictadura representaba un enorme flagelo con más del 100% del PBI.
En sus textos, en sus conversaciones, en sus discursos, deja claro que la economía es el tema central y será un componente clave de sus análisis y estudios, en tanto ella es la instancia fundamental en que los seres humanos se realizan y es necesario transformarla, para hacer que esa realización sea plena y no para pocos.
Parte de la lógica económica tradicional en que el objetivo de la economía es la atribución de recursos escasos, estableciendo prioridades entre los posibles usos, para lograr una producción y una distribución que asegure alimento, salud y máximo desarrollo y bienestar posibles para cada uno de los integrantes de la población. Para ello dice hay que buscar una distribución equitativa y el mínimo desperdicio.
En un texto en que se analizan sus ideas, Ruy Mauri Marini -uno de los principales economistas de la llamada Teoría de la dependencia y un referente indudable para la izquierda- destaca su texto y pone en evidencia como desde las condiciones en que Raúl ha escrito, logra captar la esencia de los problemas centrales que relacionan crecimiento con distribución. Y al mismo tiempo, dice Marini, rescata de los textos de Raúl la forma en que está escrito para mejor entender la significación económica de los hechos de la vida cotidiana como el salario que se percibe, los precios que se pagan, el trabajo que se encuentra o no se encuentra, y la relación de todo ello con la economía nacional y mundial. Y con ello ayudar a todos a la comprensión de los procesos sociales en que, de cualquier modo, estamos todos envueltos. Dice Ruy Mauri, una especie de “manual práctico de economía”.
Raúl en sus preocupaciones socio–económicas, le dedica una especial relevancia a un hecho que ha sido permanente en la economía mundial como es el cambio tecnológico y su impacto “no neutral” sobre la economía, describiendo cómo la economía mundial en cualquier país va prescindiendo de su principal recurso, el humano, sustituyéndole por nuevas técnicas. Y advierte, algo que muchos economistas también lo hicieron desde esos años, que esta vez el proceso puede ser más rápido y potente, y puede no solo impactar a los menos calificados sino a todas las ramas de la economía, desde las primarias a los servicios. Al mismo tiempo valora este empuje productivo diciendo que uno de sus centros en la economía de la producción es el aumento de la productividad, que trae aparejado dicho progreso técnico. Porque entiende que ese aumento es muy importante para el desarrollo económico, en la medida que aumenta la masa de bienes y abarata los precios de los bienes. Y vuelve a un tema que siempre ha sido relevante, que es como se distribuye esa mejora de la productividad, entre países, entre regiones, entre la población. Y reflexiona sobre la necesidad de que estos procesos, muy necesarios para la economía, se realicen mediante reglas que protejan a los más débiles.
Otro de los textos en que se analizan sus ideas es de Pedro Vuscovick, otro intelectual de fuste latinoamericano, radicado en Méjico y Ministro de Economía en el gobierno de Salvador Allende en Chile. Decía Pedro: Su convicción sobre la necesidad de reducir las desigualdades sociales, cuyos extremos se han constituido en rasgo distintivo de casi todas las sociedades latinoamericanas, su afán constante por diferenciar lo esencial de lo superfluo, el concepto de «suntuaconsumo” que utiliza, sustentan la propuesta esencial de la sociedad sobria, sin excesos de consumos innecesarios y sin déficit de necesidades básicas, que propicia para la próxima fase histórica del desarrollo latinoamericano.
En definitiva, en la cárcel y en las condiciones extremas que tuvo su reclusión, de las más crueles conocidas, Raúl hizo una reflexión con componentes sociales, pero con una mirada económica antidogmática y concluyó, ya en aquel entonces y en las condiciones en que se hizo su reflexión, que no se trata de lograr un desarrollo cualquiera, una acumulación cualquiera, un crecimiento cualquiera. Sino uno que armonice producción y consumo, dejando atrás las crisis; que promueva el desarrollo equilibrado de la ciudad y del campo, de la región y la nación, de la nación y la economía mundial. Y finalmente que, arrancando de la eficiencia del aparato productivo y la reorientación del excedente hacia la expansión de los servicios, impulse el pleno empleo, asegure la satisfacción de las necesidades básicas de la población y favorezca la más amplia distribución de la riqueza.
(*) Daniel Olesker es economista, Magister en Economía, Docente grado 5 en UdelaR, fue Ministro y Senador de la República.
(**) Jorge Fuentes es Ilustrador, caricaturista, pintor con acrílico y acuarelista. Ha colaborado con medios nacionales e internacionales