Día de la Dignidad Charrúa y de los Pueblos Originarios del Uruguay

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 Proclama del 11 de abril de 2025

Hoy, 11 de abril, volvemos a alzar la voz. Volvemos a caminar la palabra para que la historia no se escriba solo desde el silencio, la traición o las versiones oficiales. Hoy no recordamos un pasado muerto: evocamos una memoria viva, que camina con nosotros, que late en nuestras comunidades, que se transmite en nuestras ceremonias, fogones y luchas cotidianas.

Recordamos la masacre de Salsipuedes, perpetrada en 1831 por el Estado uruguayo, como símbolo de un genocidio fundacional. Ese día, con engaños, fueron asesinados nuestros abuelos charrúas, nuestras mujeres fueron secuestradas y violentadas, nuestros niños separados, y comenzó una maquinaria de silenciamiento que aún hoy no ha sido desmantelada.

La historia no puede seguir escribiéndose desde la negación. Uruguay tiene una deuda histórica con sus pueblos originarios: con su identidad, su cultura, su espiritualidad y su existencia actual. Somos parte de este territorio desde hace más de 13.000 años. Y seguimos aquí. No somos folclore. No somos pasado. Somos raíz, somos presente, somos pueblo.

Aunque intentaron borrarnos, no pudieron exterminarnos. La guerra que nuestros guerreros perdieron por traición, la ganaron nuestras mujeres pariendo con amor y resistencia. Somos charrúas, guaraníes, tapes, bohanes, minuanes, guenoas, arachanes. Somos los nietos de la tierra, y somos muchos y muchas: se estima que al menos el 6,4% de la población uruguaya tiene ascendencia indígena.

Reivindicamos nuestra re-existencia, nuestra continuidad histórica, cultural, espiritual y política. Exigimos que el Estado uruguayo reconozca públicamente el genocidio indígena y adopte políticas reparatorias: históricas, educativas, territoriales, culturales y espirituales.

Destacamos el rol sagrado de las mujeres indígenas como guardianas del agua, defensoras del territorio y sembradoras de vida. Son ellas quienes, una y otra vez, enfrentan la violencia del sistema: el despojo de la tierra, la contaminación del agua, el racismo institucional, el desarraigo, el silenciamiento. Exigimos el reconocimiento de su cosmovisión y prácticas, desde el nacimiento hasta la muerte, sin ser obligadas a encajar en modelos coloniales de salud, educación o espiritualidad.

Denunciamos un modelo económico extractivista, que en nombre del progreso destruye nuestros territorios. Los monocultivos transgénicos, las forestales, las plantas de celulosa, la urbanización desmedida y los agrotóxicos están enfermando el suelo, el agua, la biodiversidad, y nuestros cuerpos.

Nuestros sitios sagrados están siendo profanados: cerritos de indios destruidos, como en Rocha y Paysandú, cuevas, manantiales, sepulcros. No son ruinas. Son memoria viva. Reclamamos el respeto y la protección de todos los espacios sagrados y de la naturaleza que habita en nosotros.

Nuestro sistema educativo sigue siendo una herramienta de negación y borrado. Nuestras historias, lenguas, cosmovisiones y formas de aprender han sido silenciadas por siglos. Por eso:

• Reclamamos una educación intercultural, inclusiva, respetuosa de nuestra identidad.

• Exigimos la creación de escuelas culturalmente adecuadas para niñas y niños indígenas.

• Pedimos que nuestras lenguas, saberes y ceremonias sean parte del currículo nacional.

Una educación sin identidad es una educación que coloniza. Una educación con raíces es el único camino hacia una democracia real.

Reclamamos el derecho a nuestra espiritualidad: a rendir culto según nuestras creencias, a celebrar los solsticios, los equinoccios, las lunas llenas. A tener lugares para el entierro de nuestros muertos conforme a nuestras costumbres. A acceder a nuestros lugares sagrados sin ser tratados como turistas. A que nuestras ceremonias y medicinas sean reconocidas y respetadas.

Exigimos la protección de nuestros conocimientos: plantas nativas, medicinas tradicionales, farmacopeas, técnicas de cultivo, lenguajes espirituales, cosmologías. Rechazamos el uso extractivista de nuestras prácticas por parte de laboratorios, universidades o agentes externos que nos ven como objeto de estudio pero no nos reconocen como sujetos con derecho.

Reclamamos que el Estado uruguayo se reconozca como plurinacional y que genere espacios reales de diálogo con nuestras comunidades. No somos invitados: somos parte constitutiva de este territorio. Por eso, exigimos:

• La ratificación inmediata del Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales.

• La creación de una ley de reconocimiento y protección del pueblo indígena en Uruguay.

• Que el 11 de abril sea declarado oficialmente Día de la Dignidad Charrúa y de todos los pueblos originarios.

• Que se garantice el acceso a transporte, asistencia y recursos para nuestras ceremonias, encuentros y manifestaciones culturales.

Convocamos a todos los pueblos, comunidades, tribus, asociaciones, clanes, colectivos indígenas y afros del Uruguay y del continente a unirse en esta lucha común. Desde Las Cumbres, Migues, Rocha, Paysandú, Canelones, Maldonado, hasta el corazón del Semanahuac, llamamos a tejernos entre todos con rebeldía, dignidad y ternura.

Hacemos un llamado especial a la sociedad civil y a todos los ciudadanos conscientes a acompañar nuestras causas. Porque esto no es solo una lucha indígena. Es una lucha por el futuro del país, de la tierra y de todas las formas de vida.

El fuego sagrado de nuestros ancestros sigue ardiendo. Arde en cada fogón, en cada canción, en cada lengua recuperada, en cada ceremonia, en cada niño que aprende a mirar el monte con respeto. Honremos la vida que llega y la vida que se va. Escuchemos a la tierra, al viento, a los ríos, al ñandú, al yaguareté. Allí están nuestras señales. Allí siguen nuestros abuelos.

Hoy echamos leña a ese fuego sagrado, para que nunca se apague.

Porque estamos. Seguimos. Somos.

Hoy decimos fuerte y claro:

¡Nunca más un país sin sus pueblos originarios!

¡Memoria, Verdad, Justicia y Reparación!

¡Somos raíz, somos semilla, somos horizonte!

¡Basquadé Udimar! ¡Jalana’mar! ¡It Sepe’!

¡Aquí estamos!

 

Malón de los Hermanos Santana, Trinidad Flores.

Inambi Sequer Maldonado

Comunidad Humpampa Canelones

Clan Arachan del Sur Canelones.

Comunidad Guidai Tekoa, Canelones.

Comunidad Afro-Indígena Anaxiguat de Epaj San José

Ukay Guidai Uruguay.

Mujeres del Norte Tacuarembó

Aquechas, Guichón Paysandú

Comunidad Tacuabe Buenos Aires Argentina

Fundación Cuauhtémoc, Clan Rúa La-at Charrúa Virasoro Corrientes Argentina.

Comunidad Danan Bedeta Montevideo

Comunidad Jaguar Verá Montevideo

Ecos Africanos Montevideo

A.DEN.CH( Asociación de Descendientes Charrúa) Montevideo

CO.NA.CHA. (Concejo de la Nación Charrúa) Montevideo

Derechos Indígenas Montevideo.

Fundación Julio Mignio Santa Fé Argentina .

Señorío de los Nonualcos. El Salvador

Clan Rúa La-at Charrúa de Migues Canelones Uruguay

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