Digan dónde están

0

Por Rolando W. Sasso(*)

El presidente Yamandú Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse han dado muestras de su voluntad política de avanzar en el tema desaparecidos. De forma reiterada han dejado en claro su posición y el devenir de los acontecimientos parecen darles una oportunidad para concretar su empeño. Aparecieron nuevas pistas y tras ellas renovamos las esperanzas.

En estos días se abrió otra puerta en la búsqueda de los desaparecidos uruguayos y/o extranjeros ocurridos en nuestro país. Es solo otra ventana que sin embargo sirve para reverdecer esperanzas, aunque teniendo claro que nada ni nadie puede asegurarnos que las investigaciones tendrán éxito: nos han mentido tantas veces.

Esta vez los indicios con rasgos de verosimilitud apuntan a la Armada en Ciudad Vieja. Hay datos que lo indican y eso condujo a la Fiscalía en Crímenes de Lesa Humanidad a cautelar el subsuelo de ese respetable edificio que todos conocemos, donde se torturó salvajemente durante el terrorismo de Estado y en el que operó el FUSNA (cuerpo de élite de los fusileros navales).

A estas horas se busca enterramientos clandestinos de detenidos desaparecidos o informes (documentos) que arrojen luz sobre el tema, sin desoír las cautas palabras de la ministra de Defensa Sandra Lazo pidiendo tranquilidad y moderación para tratar un tema tan importante para nuestra sociedad.

Aunque los datos sean confiables, nada nos garantiza obtener algún éxito en tremenda patriada, sin embargo en nuestro corazón crece la idea de que en las profundidades nos estén esperando nuestros hermanos (o algunos de ellos) o tal vez algún archivo con información valiosa como en su momento lo fue el descubierto por la entonces ministra Dra. Azucena Berrutti.

A la hora de la verdad el centro de la cuestión sigue siendo el mutismo de los militares que con su pacto de silencio esconden las pistas o informaciones que poseen, las cuales podrían ayudarnos a esclarecer las cosas. Es un debe de todos los partidos políticos empujar hasta encontrarlos y con ello la paz espiritual.

Es además una promesa electoral del partido de gobierno que con toda seriedad tratan de satisfacer nuestro presidente y vicepresidenta y lo demuestran desde el día en que asumieron (el 1º de marzo 2025) el mandato popular.

Por eso no alcanza con preguntarles de buenas maneras, habrá que abrir caminos a la verdad y la justicia por métodos más convincentes: el gobierno y el Poder Judicial tienen armas legales para despejar el camino y obligar a los altos mandos a hablar con datos ciertos. Comenzando por la orden terminante de quien tenga información la aporte a la justicia.

Las sanciones como el arresto a rigor o las de orden monetario pueden llegar a la degradación con todas sus consecuencias. Por el contrario, a los que aporten datos certeros se podría recompensarlos por la información que llevará a despejar la bruma.

Ya lo hemos dicho claramente: nadie los va a torturar como hicieron ellos con nuestros hermanos, pero de alguna manera esto se tiene que resolver. Entretanto seguiremos buscando.

(*) Rolando Sasso es fotógrafo, Periodista y escritor. Tiene en su haber varios libros de profunda investigación periodística sobre el accionar histórico del MLN-T

Comments are closed.